Cuando el pelo se injertó,
El tupé le quedo “mono”
y en el recuerdo Pío Nono
que de sus “ubres” mamó.
Al calvo se lo miró
con el desprecio debido,
y es de todos conocido
lo grande de su arrogancia,
mas su aptitud que es tan rancia
en “pobre” le ha convertido.
juan carlos
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