Siempre contigo, morir amando.
Que nuestro otoño pasaba
y la tierra recibía
a las hojas que aquel día
ella misma regalaba.
Hasta el amor nos temblaba
y en uno el otro escondido
conteníamos el gemido
por tan doloroso trance,
pues la postrera en su dance
ya quería lo querido.
juan carlos
Que nuestro otoño pasaba
y la tierra recibía
a las hojas que aquel día
ella misma regalaba.
Hasta el amor nos temblaba
y en uno el otro escondido
conteníamos el gemido
por tan doloroso trance,
pues la postrera en su dance
ya quería lo querido.
juan carlos