Rocé
la gloria
Cuando
posé mis ojos
Era
perfecta
Un
mar eterno
A
cobijo del aire
Olas
inquietas.
Erecto
el palo
De
su barco varado
Lamen
sirenas.
Vida
sin viento
Desinflaba
el velamen
Se
hizo la noche.
Hiere
la Parca
Sigilosa
y horrible
Apóyate
en mí.
Aúllan
los lobos
Que parecen corderos
Encomiéndate.
Claro
de luna
Con
chinescas por doquier
Paren
las dudas
Juan
carlos
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