¿Si no tuya por qué mía?
verdad... que adora al dorado
la tuya la hemos pagado
¿y por qué a la mía, temía?
Aún me acuerdo que decía
en el colegio el hermano
tened cuidado…¡la mano!
que se os puede condenar
nada dijo del robar
y tenía el pelo cano.
juan carlos
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